miércoles, 23 de marzo de 2011

CONVIVIENDO CON CINCO GENERACIONES

de María Julia Lejtneker


LOS INVITAMOS A LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO

Sábado 9 de Abril 
16:00 hs.
Instituto Cultural Polaco "Águila Blanca"
Fleming 3040
Parque San Martín
Merlo



sábado, 5 de marzo de 2011

ANTESALA

de Marta Zubieta

(última parte)




Comprendo que es inútil explicar nada. Como unos caramelos; abandono mi propósito –el triunfo de seis meses– y enciendo un cigarrillo. Una breve tregua me permite simplemente fumar, hasta que recuerdo una estación infernal y un tren macabro: La condición humana de André Malraux, vuelve a impresionarme de la misma manera como si acabara de leerla. El escalofrío recorre mi piel y soy igual a un perro husmeando el peligro. Ya no me importa una escena histérica, con tal de salvarnos aunque no sepa de qué.

viernes, 4 de marzo de 2011

ANTESALA

de Marta Zubieta

(2º parte)






Dos hombres se aproximan a la escalinata, riéndose, sin apuro, alejados totalmente de nuestro recogimiento. Ellos cumplirán con su trabajo, nosotros con nuestro amor. Mi malestar se ha ido, estoy presa de lo cotidiano, de las personas que se consuelan llevando sus ramos de flores y de las otras que se sientan sobre sillas plegables en las entradas de las bóvedas en espera quizá de un milagro o de un perdón. Entramos en un recinto amplio para esperar nuestro turno. En cuanto me siento, percibo un olor determinante, único, que siempre asociaré a huesos calcinados. Tomás inquieto y fiel a su hábito camina de un extremo a otro. Yo observo los rostros. Todos están serios y callados, tal vez, mirándose hacia adentro. Somos unas cuantas familias y cuando llaman para entregar las cenizas y los huesos, que los empleados trituran con un rodillo, varias personas entran por una puerta que me produce una aversión extraña. Como es mi costumbre cuando la emoción es demasiado intensa, busco distraerme con lo inmediato. Mi juego consiste en ver salir a las personas que han cumplido con su trámite. Los minutos se convierten en una hora y nadie sale, únicamente entran a intervalos regulares. Le pregunto a Tomás si hay otra salida; como a una hermana menor me explica que solamente existen dos: una por la que entramos y la otra, oculta, por la que pasan los ataúdes.